La iniciativa eliminará la segmentación por niveles (N1, N2 y N3) y los programas vigentes —como el Programa Hogar y la Tarifa Social de Gas— para reemplazarlos por un único régimen simplificado. Solo habrá dos categorías: hogares que recibirán ayuda estatal y hogares que pagarán el costo pleno. El propósito oficial es transparentar el valor real del servicio, incrementar la porción del gasto que asumirán los usuarios y fortalecer la disciplina fiscal.

La Secretaría de Energía habilitó este viernes una consulta pública, mediante una resolución en el Boletín Oficial, con un plazo de quince días hábiles para recibir aportes y observaciones. Los actuales beneficiarios podrán actualizar sus datos mediante una declaración jurada. Según fuentes del equipo económico, el nuevo escenario político tras la reciente victoria legislativa de La Libertad Avanza facilita avanzar con la reorganización del sistema.

El acceso a la asistencia quedará limitado a los hogares con ingresos inferiores a tres Canastas Básicas Totales (CBT), equivalentes a $3.641.397 mensuales. El parámetro es más exigente que el actual y se mantendrán las exclusiones por criterios patrimoniales: no podrán acceder quienes posean propiedades adicionales o embarcaciones.

Las personas ya registradas en el Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos (RASE) serán incorporadas de manera automática al nuevo régimen, con posibilidad de actualizar información. Quienes utilicen gas propano indiluido por redes o garrafas de GLP y aún no se hayan anotado deberán hacerlo desde enero en el sitio oficial.

El esquema vigente, que subsidia el precio de la energía consumida y clasifica a los usuarios en tres niveles según ingresos, será reemplazado por una estructura de dos grupos: hogares subsidiados y hogares que abonarán la tarifa plena. La asistencia cubrirá el 50% del costo de la energía en los meses de mayor consumo, con una bonificación menor el resto del año.

En electricidad, los hogares que cumplan los requisitos recibirán una bonificación del 50% sobre un bloque de 300 kWh mensuales en invierno y verano, y de 150 kWh en primavera y otoño. Para el gas natural, la ayuda se aplicará únicamente entre abril y septiembre, considerados meses de alta demanda. El bloque subsidiado se definirá por región, respetando los criterios estacionales actuales.

Para los usuarios de garrafas y gas propano, el subsidio será directo y se acreditará en billeteras virtuales. Las 3,3 millones de familias que ya integran el Programa Hogar migrarán automáticamente al nuevo sistema. Además, quienes utilicen gas propano por redes y no estén registrados podrán hacerlo desde enero. El beneficio equivaldrá a media garrafa por mes durante todo el año y a una garrafa adicional en invierno, con acreditación automática tras la compra mediante plataformas de pago electrónico.

La transición será escalonada. En enero de 2026 habrá una bonificación extraordinaria adicional del 25% tanto en electricidad como en gas, que se reducirá gradualmente hasta desaparecer en diciembre, evitando variaciones bruscas en las facturas durante los meses de mayor consumo.

Las facturas exhibirán el precio real de la energía. Desde 2026, los valores PIST (gas) y PEST (electricidad) reflejarán los costos efectivos de producción. El precio mayorista del gas será uniforme durante todo el año: USD 3,80 por millón de BTU. En electricidad se aplicará un valor alineado con el precio monómico de generación, actualmente estimado en USD 75 por megavatio-hora.

La depuración de padrones permitió detectar 2.590.000 casos de beneficiarios que no cumplían los requisitos, entre ellos 370.000 inscripciones a nombre de personas fallecidas y más de 15.000 hogares ubicados en barrios privados. El Gobierno remarcó que el nuevo modelo busca corregir distorsiones y priorizar la asistencia a los sectores que realmente la necesitan.

El objetivo fiscal es reducir el gasto en subsidios energéticos al 0,5% del PBI en 2026 —unos USD 3.000 millones—, por debajo del 0,65% previsto para 2025 y del 1,5% registrado en 2023. Con este esquema, los hogares abonarán, en promedio, el 76% del costo eléctrico y el 79% del costo del gas. El Gobierno estima que el 80% de los hogares de menores ingresos pagarán menos de $34.000 mensuales por gas en el mes más frío y que el 87% de ese mismo segmento destinará menos de $38.000 a la electricidad en el pico estacional.

Las zonas frías mantendrán sus regímenes diferenciales, sujetos al Presupuesto 2026. La asistencia dejará de ser generalizada y se concentrará en los hogares vulnerables, con actualización permanente de datos y auditorías para garantizar un acceso correcto al beneficio.

Finalmente, Economía señaló que la reducción de subsidios irá acompañada de una actualización gradual de tarifas y de la focalización de la ayuda, para minimizar el impacto en la factura promedio. Además, aseguró que no se esperan cortes generalizados este verano, aunque persistirán riesgos en áreas con redes deterioradas.