Un gerente y un empleado de una empresa de correo privado y un hombre fueron detenidos por estar involucrados en el envío de seis kilos de marihuana por encomienda.

El 12 de diciembre, en el marco del Operativo Lapacho, los efectivos de Cabo Vallejo detuvieron un camión que llevaba paquetes. Al revisar la carga, sintieron un fuerte olor a cannabis. El perro Alex de la Policía marcó dos cajas y, después de analizarlas con escáneres, descubrieron seis bultos con la droga. La encomienda había sido despachada en Orán y tenía como destino La Rioja.

Los funcionarios policiales se comunicaron con las autoridades de la Justicia Federal. El juez federal José Manuel Díaz Vélez ordenó que se estableciera el protocolo llamado “entrega vigilada”. Se trata de un procedimiento en el que los uniformados reemplazan la sustancia por otro producto para atrapar a la persona que va a retirar la encomienda.

El miércoles, un hombre fue detenido cuando se presentó a reclamar el paquete. Al parecer, el sospechoso habría aportado algunos datos que habrían involucrado a los empleados de la empresa. Díaz Vélez, en una medida que no tiene antecedentes en los últimos tiempos, ordenó la detención del gerente de la empresa y de un empleado porque podrían estar involucrado involucrados en el transporte de estupefacientes.

En lo que va del año, en el marco del Operativo Lapacho, se secuestraron 67 kilos de cocaína (valuados en más de U$S 335.000) y 177 kilos de marihuana (fueron cotizados en más de U$S 1 millón) enviadas por encomiendas. Con respecto al año pasado, se mantiene el nivel de incautación de “merca” en comparación con 2024 transportada con esta modalidad. El aumento del decomiso de “cannabis” sí fue categórico: más del 400%.

El desarrollo sostenido del boom de las ventas online generó un crecimiento de envíos de productos con este mecanismo. La falta de control en los centros de despacho ha permitido que los narcos comiencen a utilizarlos. Legalmente, un despachante debe realizar una declaración jurada sobre el envío, pero no está obligado a revisar los bultos.

A esa situación se le suma la falta de recursos humanos y tecnológicos que tienen las fuerzas de seguridad para controlar todos los camiones que transportan los productos. En todo el NOA, sólo Gendarmería Nacional y la Policía de Tucumán, dentro de sus posibilidades, requisan revisan los vehículos.

Fuente La Gaceta