Las comunidades afectadas —Belicha, La Tuna, San Pedro Mártir, Los Pérez, Palomino, Melcho, la zona de Monteagudo, Masio, La Calera, Humaitá, Curva de los Vegas y Villa Chicligasta— viven desde el viernes sin refrigeración, con dificultades para conservar alimentos y sin posibilidad de sostener actividades básicas, desde estudiar hasta trabajar.

Un esquema de emergencias cuestionado

Frente a la acumulación de reclamos telefónicos y denuncias en redes sociales, la Dirección de Comercio Interior desplegó inspecciones en terreno durante todo el fin de semana largo. El titular del área, Dr. Manuel Canto, recorrió las zonas afectadas para verificar personalmente la respuesta de EDET.

“Estuvimos sábado, domingo y el lunes feriado en las localidades afectadas, recabando testimonios y constatando el extenso incumplimiento del servicio”, señaló el funcionario.

El organismo exige ahora que la distribuidora rinda un informe técnico detallado sobre los protocolos activados durante la tormenta y explique por qué, a casi una semana del evento climático, el sur provincial continúa sin energía en vastos sectores.

Requerimientos urgentes y advertencias

Comercio Interior también solicitó a EDET que convoque cuadrillas de otras jurisdicciones para reforzar los trabajos y acelerar la reposición del servicio. “La situación requiere una intervención inmediata y coordinada”, remarcaron.

En paralelo, el organismo advirtió que, de no producirse avances en el restablecimiento del suministro, se aplicarán multas superiores a los $100 millones por no cumplir con un servicio público esencial.

Vecinos en situación crítica

Mientras la empresa intenta recuperar líneas y postes dañados, los vecinos denuncian un deterioro creciente en sus condiciones de vida. Sin electricidad, muchas familias debieron descartar alimentos, suspender actividades laborales y resolver la iluminación nocturna con métodos alternativos.

Desde la Dirección de Comercio Interior aseguraron que continuarán con el monitoreo constante hasta que el servicio quede plenamente normalizado. “Debemos estar en la calle, escuchando a la gente y dando respuestas, incluso en feriados”, afirmó Canto, alineado con las directivas del gobernador Osvaldo Jaldo y del ministro Regino Amado.