El incremento de la canasta en los últimos seis meses fue del 26,1%, pero el rubro más afectado fue el de medicamentos y artículos de farmacia, que se disparó un 54,8% entre abril y octubre. Hoy, este gasto supera incluso al de alimentos, que históricamente ocupaba el primer lugar en el presupuesto mensual.

De acuerdo al informe:

“Estos datos reflejan la precariedad extrema que atraviesan miles de jubilados. Los bonos no son una solución estructural, apenas representan una ayuda mínima frente a una inflación que no se detiene”, advirtió Eugenio Semino, titular de la Defensoría.

Medicamentos más caros y menor cobertura

Semino explicó que los mayores aumentos se registraron en productos de farmacia esenciales, como insumos para incontinencia o fijadores dentales. Además, advirtió que muchos jubilados perdieron coberturas que antes tenían garantizadas por PAMI.

En mayo, la Justicia Federal ordenó restituir el 100% de la cobertura en medicamentos para jubilados de Córdoba, Mendoza, Salta, Tucumán, provincia de Buenos Aires y CABA. Sin embargo, según denunció el abogado Carlos Vicente, el organismo no cumplió con la medida: “No sólo incumplieron la cautelar, sino que falsearon información para simular que estaban entregando medicamentos. Es un desprecio total por la ley y por los jubilados”, aseguró.

Menos personas acceden a la jubilación

A esta situación se suma otro problema estructural: la reducción de la cobertura previsional. Según datos de Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la proporción de personas en edad jubilatoria que perciben una prestación cayó del 88,7% en 2024 al 82% en 2025.

La caída fue especialmente fuerte entre los hombres: del 89,2% al 73% en un año. Para Semino, el fin de las moratorias explica buena parte de esta baja: “Muchas personas descubren que les faltan algunos años de aportes y quedan excluidas del sistema. Las mujeres serán las más afectadas en el largo plazo”, advirtió.

Mientras los costos de vida continúan en alza, la brecha entre los ingresos previsionales y las necesidades reales de los jubilados se agranda, dejando a miles de adultos mayores en una situación de vulnerabilidad económica y social.